Mi primer contacto con Centos lo tuve allá por 2013 mientras realizaba un CFGS en Administración de Sistemas Informáticos en Red, ya que junto a Debian, constituían los dos modos de ver Linux más famosos, por decirlo rápido claro y mal. No voy a mentir, siempre he sido debianita y no le presté mucha atención, además de ver después durante toda la carrera solo Ubuntu en sus distintas versiones, pues es lo que usábamos en laboratorios.
Aunque si te soy sincero, tuvimos pocas asignaturas dedicadas puramente a sistemas, unas dos a lo largo de cuatro años, por lo que realmente si quieres estar al día, como todo en la informática, investiga por tu cuenta. Pero me voy del tema. En Diciembre/Enero de este año surgió la polémica al saber que Centos iba a pasar a ser una distribución Rolling Release, dejando de estar basado en RHEL estable (Red Hat Enterprise), que es de pago por su soporte, por decirlo así. Y me diréis, ¿Dónde está el problema? sigue vivo…
Bueno, Centos era muy usado y apreciado (aunque yo nunca me lo encontré) en servidores de producción, por ser una alternativa altamente estable a Debian. El pasar a un modelo rolling release implica obtener software menos estable y nuevas versiones en menos tiempo, además de menos años de soporte, pasando a el modelo de OpenSuSe por ejemplo, y dejando de ser óptimo para servidores que deben estar 24/7 y años anclados en una versión al ser la compatible con el software del cliente.
Sin embargo, lo que poca gente conoce es que Red Hat, por medio de su licencia para desarrolladores gratuita, pasó de ser ofrecer una única máquina a 16 licencias sin coste alguno, y con derecho a actualizaciones que para PYMES puede estar muy bien, considerando los servidores en Red Hat y los equipos de usuario en otra distribución Linux, por ejemplo o incluso en Windows o Mac Os como vemos en muchas empresas.
Centos no dejaba de ser un fork de RHEL, y en respuesta a este movimiento han surgido nuevos sistemas que prometen la misma estabilidad y soporte que se otorgaba a cada versión de Centos. Como ejemplo tenemos Rocky Linux, del fundador de Centos como abanderada, pero no podemos perder de vista otras distros como Almalinux, que pinta muy bien, y si eres un usuario doméstico buscando sacar el máximo, no pierdas Navy Linux.
Otras dos alternativas son quedarse en CentOS 7 hasta su fin de soporte en 2024, ideal para sistemas críticos que tengan que llevar ese SO si o si, plantearte adquirir una licencia de RHEL 8/9 si en tu organización superáis los 16 equipos, o pasarte a Debian, sistema que nos lleva acompañando desde 1993, prácticamente mi año de nacimiento, y que es conocido como el “Sistema Operativo Universal” por su grandísimo soporte de hardware, de sus distintas versiones en el tiempo, y por instalarse hasta en tostadoras.