Por muchas razones podemos querer hacer que nuestra máquina tenga una IP estática en la red local; tenemos un servidor de impresora compartido, o cualquier otro servicio que esté compartiendo a la red, o simplemente un HTPC que tenemos en la tele y queremos controlar remotamente.
Hacer esto en Windows 10 es bastante sencillo. Primero nos dirigimos al Centro de Redes y Recursos Compartidos y seleccionamos “Cambiar configuración del adaptador”:
Seleccionamos nuestro dispositivo actual con el que nos estamos conectando (red activa, puede ser inalámbrica o ethernet):
Después de seleccionar Propiedades, nos situamos en IPV4 (o IPV6 si usas ese protocolo) y volvemos a seleccionar Propiedades:
Ahora sí, introducimos de forma manual los datos de nuestro equipo:
Por último, reiniciamos y comprobamos en el CMD que los cambios son correctos: